sábado, 27 de abril de 2013

Acción, costumbre y pasión


Me sobreviene esta cuestión: ¿Por dónde empieza la acción? ¿Cómo distinguirla de una pasión o de una costumbre? Aunque antes podría uno preguntarse si es útil hacer esta distinción. Yo creo que sí es importante, porque tanto las pasiones como las costumbres corresponden a una forma de vivir como esclavo, sin libertad y, por lo mismo, sin la posibilidad de ser feliz. Yo creo que la felicidad humana es expresión de la creatividad del individuo forjada en la acción. Por esto vale la pena indagar el origen de la acción.

Las acciones por un lado, y las rutinas y pasiones por otro, se enfrentan como situaciones antagónicas; sin embargo, tanto una parte como la otra carecen de sentido sin su contraria. La acción cobra sentido en medio de la pasión y de la necesidad de transformar nuestras circunstancias habituales. Y, al igual que pasiones y costumbres, las acciones están cargadas de afectividad derivada tanto del cuerpo como de la mente, pero con una mayor expresión de la propia naturaleza. Por lo general, las pasiones y las costumbres se adhieren a emociones "acríticas", que no implican un ejercicio adecuado del intelecto.

Entender nuestras pasiones y hábitos es necesario para iniciar su reorientación hacia una nueva conducta, más adecuada a nuestros fines personales o sociales. Pero este entendimiento debe aplicarse en medio de la experiencia de dichas pasiones y hábitos, no al margen de ellos, en una zona abstracta. El entendimiento debe seguir a la experiencia, aunque tal experiencia pueda estar guiada ya por cierta "razón".

El ejercicio crítico de la acción implica también la sociabilidad humana. Es decir, que la acción en que me afirmo como individuo en busca de mi felicidad, tiene también en cuenta el bien de otros o, por lo menos, no implica el mal de algún otro individuo. Por esto, la comunicación interpersonal es importante a la hora de definir nuestros propósitos y, muchas veces es mejor planteárnoslos en colectivo.

Es aquí donde no hay que dejar de señalar que los principios éticos de la conducta no son ajenos a lo político, y que puede haber una forma estrictamente ciudadana de hacer política, al margen de la política profesional.

1 comentario:

  1. Hegel: "Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión". Pasión es un concepto que el racionalismo lo entendió como impulso ciego, ya luego el romanticismo lo entendió como motor de la acción. A grandes rasgos menciono esto, igual, puedo equivocarme en lo que digo. Por lo tanto, es importante acercarnos a quienes han elucidado la evolución de este concepto en las diferentes corrientes intelectuales a lo largo de la Historia. Lo mismo con los conceptos de Acción y Costumbre. Bueno. Esto permitiría tener un bagaje con el cual podríamos archivar ciertos logros respecto a lo que el autor aquí menciona: "Entender nuestras pasiones y hábitos es necesario para iniciar su reorientación hacia una nueva conducta, más adecuada a nuestros fines personales o sociales".

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